Desafíos y Oportunidades en la Gestión de Proyectos para Generar un Legado Sostenible entre la Minería y las Comunidades

 

Autor: CEO AdapVector Consulting – Fred Camus Yeomans

La minería enfrenta desafíos cada vez más complejos en un mundo donde la sostenibilidad y la aceptación social son fundamentales. Las demandas de las comunidades, los inversionistas y los reguladores exigen que las empresas mineras adopten una gestión eficiente de los proyectos de sustentabilidad y relaciones comunitarias. Esto no se limita a un acto de responsabilidad corporativa; es una estrategia esencial para asegurar la continuidad operativa y la viabilidad del negocio a largo plazo. Estas iniciativas no solo buscan mitigar impactos ambientales o sociales, sino que también son la base para construir relaciones sólidas, generar confianza y establecer un valor compartido que beneficie tanto a las comunidades como a las empresas.

Sin embargo, las empresas del sector enfrentan múltiples retos que dificultan la implementación exitosa de proyectos en estas áreas. Según el Standish Group (2023), el 66% de los proyectos de sustentabilidad superan sus presupuestos en un promedio del 27%, limitando los recursos disponibles para nuevas iniciativas. A esto se suma que más del 80% de las empresas carecen de sistemas efectivos para monitorear el impacto social y ambiental de sus proyectos, como indica el ICMM Report (2023). Esta falta de visibilidad dificulta la demostración de resultados tangibles y erosiona la confianza de los stakeholders. Además, la gestión reactiva de riesgos sociales puede tener un impacto financiero significativo; McKinsey Sustainability (2023) estima que resolver conflictos sociales puede costar hasta 20 millones de dólares anuales por proyecto, afectando no solo las relaciones comunitarias, sino también la continuidad de las operaciones.

Para enfrentar estos desafíos, la integración de tecnologías avanzadas como Big Data e inteligencia artificial ofrece un enfoque transformador. Los sistemas de monitoreo y control inteligente permiten gestionar proyectos de manera proactiva, asegurando el cumplimiento de objetivos de tiempo, presupuesto y calidad. Al implementar indicadores clave de desempeño (KPIs) específicos, como percepción comunitaria, eficiencia hídrica y reducción de emisiones, las empresas pueden medir el impacto positivo de sus iniciativas en tiempo real. Estos datos no solo refuerzan la confianza de las comunidades y los inversionistas, sino que también permiten identificar riesgos potenciales antes de que se materialicen, minimizando conflictos y optimizando recursos. Según Deloitte Mining Insights (2023), una asignación eficiente de los presupuestos puede generar ahorros de hasta un 30%, maximizando el impacto y ampliando el alcance de las iniciativas.

La capacidad de medir y demostrar resultados concretos fortalece la conexión entre la empresa y su entorno. La transparencia en la gestión y el cumplimiento de compromisos no solo mejoran la percepción comunitaria, sino que también consolidan la legitimidad de las operaciones mineras. Por otro lado, actuar de manera reactiva ante conflictos sociales o ambientales resulta significativamente más costoso que adoptar un enfoque preventivo y estratégico. McKinsey Sustainability (2023) estima que prevenir conflictos puede ser hasta diez veces menos costoso que resolverlos después de que ocurren, lo que subraya la importancia de la planificación y el monitoreo continuo.

Para reflexionar sobre este panorama, la licencia social para operar debe entenderse como el reflejo de una gestión eficiente y comprometida con la sostenibilidad y las relaciones comunitarias. Este aval, otorgado por las comunidades y los grupos de interés, define la capacidad de una empresa para operar en armonía con su entorno. En este sentido, el monitoreo y control adquieren un rol estratégico al establecer estándares claros que permiten a los proyectos alcanzar su máximo potencial. Estas herramientas no solo aseguran el cumplimiento de objetivos operativos, sino que también crean espacios de confianza y colaboración, transformando los proyectos en plataformas de desarrollo compartido.

Adoptar un enfoque robusto y estratégico en la gestión de proyectos no es simplemente una necesidad operativa, sino una inversión en el futuro del negocio minero. Las empresas que prioricen la implementación de modelos de gobernanza efectiva, sostenibilidad y transparencia no solo fortalecerán su legitimidad, sino que también asegurarán su resiliencia frente a los desafíos del sector. Así, la licencia social para operar se convierte en un proceso dinámico y continuo, un pilar esencial que sustenta el éxito a largo plazo, garantizando tanto la viabilidad del negocio como el bienestar de las comunidades que lo rodean.

 

Revista G&M Gestión Minera N°114

2025 : Revista G&M Gestión Minera – Quién es Quién en la Minería-Minería Sustentable»

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