El rol clave de la Corporación Clúster en la nueva Estrategia Minera

 

 

Un mayor bienestar para la Región de Antofagasta, construido a base de un sector minero competitivo y ambientalmente responsable. Esa es la visión propuesta en el documento oficial de la Estrategia Minera (EMRA) 2023-2050.

 

Un rol clave cumplirá la Corporación Clúster Minero de la Región de Antofagasta (CCMRA) tras asumir el liderazgo del “Comité Técnico” de la Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta (2023-2050). El anuncio fue realizado por el Gobierno Regional (GORE) de Antofagasta durante la constitución de la Gobernanza, su reglamento, hoja de ruta y objetivos estratégicos de la EMRA.

La jornada circunscribió el compromiso a través de una firma del instrumento respectivo, así como la presentación del directorio de EMRA que estará integrado por 12 representantes de los sectores público, privado y académico.

En el hito, estuvo presente la ministra de Minería, Aurora Williams; delegada presidencial, Karen Behrens; consejeros/as regionales; gobernador, Ricardo Díaz; el gerente general de la Corporación Clúster Minero, Orlando Gahona; representantes del directorio y consejo gremial de CCMRA; gerentes de compañías mineras (grandes, mediana y pequeña minería), servicios públicos, privados y miembros de la academia.

 

CCMRA y su rol

El Comité Técnico se encuentra inmerso en la gobernanza de EMRA y tendrá como objetivos centrales, hacerse cargo de la actualización sobre presupuestos e implementación, además de análisis de distintos proyectos que se vayan generando. Entregando mensualmente un reporte de acciones y metas.

Por ello, CCMRA a través de este Comité tendrá- además- la misión de coordinar los trabajos de carácter conceptual, metodológico, técnico y operativo, que permitan generar y actualizar periódicamente la información requerida para diseñar y evaluar políticas orientadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible comprometidos por EMRA.

 

Actores

Aurora Williams, ministra de Minería, sobre el rol fundamental que deberá cumplir el Clúster sostuvo. “Quiero destacar el rol que le corresponde a la Corporación Clúster en ser el encargado técnico de esta gobernanza. Es una responsabilidad que tendrá mucho trabajo para materializar los objetivos claves de la EMRA. Sólo desear mucho éxito en este importante rol que tendrá en los próximos años”.

La Estrategia Minera Región de Antofagasta 2023-2050 (EMRA), es un acuerdo apoyado por la OCDE para impulsar la industria en la región de la mano de múltiples actores. Con enfoque en lo social, medioambiente, economía e institucionalidad para alcanzar una mejor calidad de vida de la población, este instrumento de planificación fue definido a través de un proceso de participación ciudadana y la colaboración de las principales organizaciones regionales, respaldado por la OCDE en un plan único en su tipo en América Latina.

“Es un gran desafío y responsabilidad”, sostuvo Orlando Gahona, gerente general de CCMRA, agregando. “Como Corporación estamos preparados para asumir este gran reto de ser la unidad técnica de EMRA. Será necesario el compromiso de todas y todos para llegar liderar acuerdos, establecer metas, hojas de ruta y proyectos que sean ejemplares, no sólo acá en Chile, sino que nos vean en el mundo entero y que sepan que en la región de Antofagasta podemos elaborar un trabajo de primer nivel”.

Guillermo Hidalgo, alcalde de Taltal y miembro del directorio de CCMRA, afirmó. “EMRA representa un paso significativo hacia un futuro prometedor y sostenible para la región, por lo que se espera que este acuerdo y sus acciones contribuyan a la construcción de ciudades sustentables, al aumento de la participación del empleo local, al desarrollo de las comunidades y al fortalecimiento del ecosistema innovador y emprendedor del territorio, de la mano de más y mejor minería”.

 

EMRA y sus pilares

La Estrategia Minera Región de Antofagasta considera cuatro dimensiones que serán el soporte del instrumento regional con metas claras al 2030.

Dimensión ambiental: incluye aspectos como transición para una minería más sustentable; transición hídrica: aspiración a disminuir el uso de agua continental sobre los derechos de agua de la minería metálica en un 60%; transición energética: favorecer el 100 % del consumo energético de la minería provendrá de fuentes renovables; reducción de gases de efecto invernadero, a lo menos un 30% de emisiones GEI operativa; reducción de generación de residuos de aire, tierra y agua, de un 50 % de los residuos sólidos industriales no peligrosos, destinándolos a reutilización, reciclaje o revalorización; compromiso por la biodiversidad y la conservación del capital natural y su recuperación; y la transparencia en los sistemas de monitoreo ambiental.

Dimensión social: establece contribuir en el sector educacional de la región en varias dimensiones como reforzar la educación preescolar para garantizar acceso de las mujeres a la minería, nivelación de estudios, fortalecimiento de postgrados con pertinencia regional y el desarrollo de transferencias de habilidades digitales para el siglo XXI, con una meta concreta de alcanzar el 50% de los escolares de enseñanza básica y media de la región al 2030.  Además, establece contribuir al desarrollo de ciudades sustentables y fortalecer las capacidades de coordinación técnica, financieras e institucionales regional y local para mejorar la infraestructura en todas las comunas de la región, aumento de la participación laboral femenina en la industria minera un 25% al 2025 y contribuir al desarrollo sustentable de las comunidades locales, con particular cuidado en las Áreas de Desarrollo Indígenas (ADIS).

Dimensión económica: considera el compromiso regional por una minería competitiva e innovadora con estándares de clase mundial, fortalecer la participación de proveedores locales en la cadena de valor de la minería, desarrollo de logística e infraestructura común, y fortalecimiento de alianzas con universidades regionales en innovación y tecnología. Potenciando la inyección de recursos económicos públicos y privados en instituciones regionales de educación superior regional, educación media y técnico profesional, para acelerar sus planes de desarrollo institucional.

Dimensión institucional: incluye desarrollo de una institucionalidad pública regional sólida y coordinada, fortalecimiento de recursos y capacidades en el ámbito público regional, y fortalecimiento de la institucionalidad para la innovación y la productividad. Como integrar un marco de fomento orientado a la sostenibilidad (económica, social y ambiental) de la pequeña y mediana minería.

 

 

Comunicaciones

Corporación Clúster Minero

Revista G&M Gestión Minera N°110

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