Con el pie en el acelerador este 2024

 

Marko Razmilic Kútulas

Presidente

Asociación de Industriales de Antofagasta

 

La minería destacó como la industria de mayor impulso de la economía nacional este 2023, registrando un robusto crecimiento del 2,9% según el reciente IMACEC publicado en noviembre. Los pronósticos de los especialistas apuntan a un aumento del 4% para 2024.

Esta actividad, la más fuerte que nace desde la Región de Antofagasta, ha contribuido significativamente a las arcas fiscales, generando también avances notables en ámbitos laborales, sociales, científicos y tecnológicos. Sin embargo, un obstáculo para la celeridad de los proyectos que nos persigue hace años es la llamada permisología que retrasa importantes proyectos en el corto y mediano plazo.

Ejemplificando esta situación, los proyectos mineros aprobados por el Servicio de Evaluación Ambiental hasta agosto de este año fueron 147, en comparación con los llamativos 268 aprobados el año anterior a la misma fecha. Pese a que somos líderes en las carteras de proyectos en los sectores de minería y energía, registramos lentitud en el desarrollo de proyectos (un análisis de CESCO evidencia que estos demoran 4,3 años más de lo planificado y sus costos se han disparado en 64%), lo que se suma a la demora en las aprobaciones ambientales. Ergo, es menester acelerar los procesos de aprobación y transformar los desafíos en oportunidades.

Abogamos por la inclusión en mesas de trabajo que reúna a especialistas, privados, autoridades y asociaciones locales. Este enfoque multifacético es esencial para abordar los desafíos y asegurar un desarrollo sostenible.

Nuestra visión es que la industria continúe siendo un pilar fundamental para el crecimiento regional y nacional, generando empleo, oportunidades de inversión, aplicando innovación y adoptando nuevas tecnologías. Mejorar estándares de vida, las posibilidades de crecimiento y desarrollo para nuestra población regional, es el corazón de nuestro propósito y la misión que día a día llevamos a cabo desde Antofagasta.

Y ello no solo es para la región, lo que desarrollamos desde el territorio tiene una importancia clave para el conjunto del país y el mundo. En ese contexto, articular las mejores posibilidades productivas y de creación de valor social depende de los acuerdos que podamos establecer entre toda la diversidad de actores que nos constituimos en la región y, sin lugar a duda, nuestra minería y todo su ecosistema asociado tienen y seguirán teniendo un rol clave. Poner el acelerador en estos temas el 2024, es imperativo para transformar este sueño en una realidad próspera que se sostenga desde el 2024 en adelante.

 

Revista G&M Gestión Minera N°110

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