La minería es el sector productivo más gravitante en el desarrollo económico de Chile. Sin embargo, el éxito de esta actividad depende directamente de los resultados que se Iogran previamente en la etapa de exploración.
Una acción no libre de impacto ambiental, pero que, con el aumento de la tecnología y avance en los estudios profesionales, busca cada día disminuir más un posible daño, y aumentar los beneficios.
Hoy en día, resulta evidente que las exploraciones mineras, como cualquier otra actividad productiva, ocasiona alteraciones en el medio ambiente y estas necesariamente deben ser controladas.
Sin embargo, el avance tecnológico experimentado en los últimos años en el sector ha permitido que los procesos de identificación y recuperación de minerales puedan desarrollarse reduciendo en forma muy significativa su impacto sobre el medio ambiente.
Incluso, las actividades de exploración de mayor envergadura y permanencia, propias de una etapa de exploración más avanzada, pueden ejecutarse también bajo procedimientos que contribuyen a la protección ambiental.
Desafíos
La exploración minera no ha estado exenta de grandes desafíos. Si bien Chile es líder en exploración a nivel regional y ocupa el cuarto lugar en el mundo —superado solo por EE.UU., Canadá y Australia—, la producción cuprífera del mayor proveedor mundial del metal se ha estancado.
En 2022 se produjeron 5,33 millones de toneladas (Mt) del metal rojo, baja de 5,3% respecto al año anterior, lo que incluye los 1,4Mt de la estatal Codelco, cuyo aporte se contrajo 10,7%. El volumen alcanzó un pico de 5,83Mt en 2018.
El año pasado se destinaron US$713 millones a exploraciones en Chile, lo que supone el 5,48% del presupuesto global de US$13.000 millones y un incremento de 30% respecto de 2021. Si bien parte de esto obedece al levantamiento de las restricciones impuestas por el COVID-19, los elevados precios del cobre, el oro y el litio han estimulado la exploración.
Sin embargo, las cifras reflejan un escenario en el que se privilegia la exploración brownfield con foco en sostener o aumentar la producción, como ocurre en los casos de Quebrada Blanca II de Teck, Escondida o Spence de BHP, Los Bronces Integrado de Anglo American y los proyectos estructurales de Codelco.
La mediana minería, por su parte, ha apostado por iniciativas nuevas como Salares Norte de GoldFields y Minera Arqueros, Marimaca, y El Espino de Pucobre.
“Sin exploración no podremos reemplazar los yacimientos antiguos y en cobre aún no existe un trabajo exploratorio suficiente para palear lo que no hicimos en un montón de años”, señaló Patricia Narváez, geóloga y presidenta de la Feria Minera Fexmin, durante un encuentro con la Cámara Minera de Chile en abril de este 2023.
El año pasado se registraron 217 proyectos de exploración en Chile, en su mayor parte de cobre (52,5%), seguidos de los de oro (28,1%) y litio (9,7%). Del total, 112 se encontraban activos, 96 estaban detenidos y 9 fueron retirados.
Solo 36 continuaron a una etapa avanzada, según un estudio de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco). Había 52 proyectos de exploración avanzada en 2020.
Un obstáculo en el horizonte es la Ley 21.420, que debiera entrar en vigencia en enero próximo luego de ser postergada ante la necesidad de revisar ciertos aspectos considerados riesgosos para el sistema de concesiones mineras.
De acuerdo con dicha ley, la vigencia de cuatro años de una concesión exploratoria no puede renovarse para la misma propiedad hasta un año después de expirado el permiso.
Eso genera incertidumbre y dificulta los proyectos, indica Daniel Weinstein, especialista en minería del bufete Urzúa Abogados, en respuesta a una pregunta del medio BNamericas.
Además, la ley eleva los costos de las patentes de exploración, lo que afecta principalmente a la pequeña minería y, de paso, a la empresa nacional Enami, cuya principal función es procesar el mineral de pequeñas mineras y apoyar al sector.
La legislación entorpecería “la planificación de la propiedad minera y abre espacios para la especulación territorial”, señaló Antonio Ortúzar, jefe del grupo de prácticas mineras de Baker McKenzie Chile en una entrevista para el mismo medio.
Si bien la ley permite exenciones o rebajas en el pago de patentes si se acreditan trabajos en la propiedad, estas se aplicarían solo a proyectos con exploración avanzada o estudios ingresados al sistema de evaluación ambiental, lo que deja fuera a aquellos en etapa inicial.
“Finalmente, quedarán las mismas grandes empresas que hoy ya son dueñas de la mayoría de las concesiones mineras en Chile”, asegura Weinstein.
Fuentes: BNamericas; SONAMI.