“Construyendo el Futuro de la Minería: La Colaboración y la Simbiosis como Pilares Transformadores para un Desarrollo Sostenible”

 

Por Fred CamusMg. Ing. Fred Camus Yeomans
Académico / Coordinar VcM de Ingeniería Civil en Minas –Escuela de Ingeniería y arquitectura Universidad Central Región de Coquimbo      

En esta era de creciente conciencia ambiental y globalización, la industria minera se enfrenta retos significativos. La demanda imperante es encontrar una ruta hacia la sostenibilidad, minimizar la huella ecológica y gestionar eficazmente las relaciones con las comunidades. Ante este escenario, resulta indispensable fomentar un enfoque de colaboración y simbiosis entre todos los actores del sector.

La simbiosis y colaboración en los ecosistemas industriales mineros no son solo modas pasajeras, son estrategias con múltiples ventajas; desde la consolidación económica local hasta la estimulación de la resiliencia, la innovación, la adaptabilidad al cambio y la integración vertical. En este paisaje tan diverso, emerge el análisis de complejidad como una herramienta esencial para manejar interconexiones y relaciones en este sistema, permitiendo descifrar las dinámicas a menudo subyacentes y no perceptibles a simple vista.

Consideremos el caso de la minería en Chile, que constituye alrededor del 10% del PIB nacional y emplea al 2% de la fuerza laboral. Al potenciar el desarrollo de proveedores locales, las empresas mineras han logrado un incremento espectacular en sus gastos en proveedores locales y mixtos, con un incremento de más del 500%.

Más allá de fortalecer la economía local, la colaboración y la simbiosis propician la sostenibilidad. Al asociarse con proveedores locales, las empresas mineras pueden disminuir su huella de carbono y mejorar las relaciones con las comunidades, creando así un atractivo para los inversionistas comprometidos con la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial.

La colaboración, además, es una fuente rica de innovación, alentando la cooperación entre empresas mineras, entidades tecnológicas e institutos de investigación. Esta colaboración facilita la identificación de soluciones innovadoras para desafíos emergentes, tales como la reducción de las emisiones de carbono y el incremento de la seguridad laboral.

Es primordial enfatizar la importancia de comprender la complejidad de las relaciones socioeconómicas para desarrollar políticas públicas más efectivas y justas. Ejemplos como el Plan Integral de Pozo Almonte en Chile, donde se creó un clúster minero gracias a la colaboración con contratistas locales, validan la eficacia de estas estrategias. En 2019, este clúster generó $2.100 millones en la región, un aumento del 22,7% con respecto al año anterior.

Existen innumerables ejemplos de éxito a nivel mundial que demuestran el valor de la colaboración y la simbiosis en la industria minera. En Mongolia, el proyecto minero Oyu Tolgoi de Rio Tinto implementó un programa de desarrollo de proveedores locales que invirtió $309 millones en bienes y servicios locales en 2018. En Australia Occidental, BHP ha desembolsado más de AUD $500 millones en más de 2,000 pequeñas empresas locales a través de su “Local Buying Program”.

En conclusión, fomentar la colaboración y la simbiosis en la industria minera, y utilizar herramientas como el análisis de complejidad para entender y optimizar estos ecosistemas industriales, son maneras de promover la diversificación económica, la resiliencia, la innovación y la sostenibilidad. No se trata solo de esfuerzos estratégicos, son inversiones reales en nuestro futuro y en el desarrollo sostenible de nuestras regiones y naciones.

 

El futuro de la industria minera en Chile, y de hecho en el mundo, depende de la adopción de una gestión ágil y sostenible de los proyectos, de la colaboración y sinergia con otros sectores económicos y del compromiso con los objetivos de sostenibilidad y responsabilidad social. Si Chile implementa eficazmente estas estrategias, no solo solidificará su posición como líder en producción minera responsable, sino que también sentará un ejemplo global, garantizando un futuro próspero y sostenible para sus ciudadanos y su patrimonio natural. El camino hacia la minería del futuro es sin duda uno que se construye con colaboración y simbiosis.

 

 

 

Revista G&M Gestión Minera N°108

 

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