Lo que podemos esperar de la minería para el 2023

 

Enrique Miranda,

Ingeniero civil de minas, U. de Chile

Master of science, Management &Finance. MIT

 

La mayoría de los ciudadanos tienen una expectativa sobre la minería y ésta se concentra en los asuntos que le afectan directamente, en especial, sus aportes a las arcas fiscales, el aporte al empleo, aportes a la economía vía activación de otras industrias, como la compra de bienes y servicios en Chile, y la demanda de profesionales jóvenes y experimentados. En un área más reducida, importa su impacto/relación con las comunidades cercanas y el medio ambiente. Los temas como las innovaciones tecnológicas, nuevas normativas, antigua permisología, hidrogeno verde, cobre verde, cambio climático, son asuntos de más largo plazo. Sin embargo, sabemos que son materias muy relevantes cuyo avance es lento y complejo debido a la gran cantidad de soluciones y acuerdos que se necesitan para desarrollar este tipo de proyectos.

La minería del cobre ha sido tradicionalmente la que tiene mayor impacto en los factores señalados. Sin embargo, el Litio apareció el año pasado como un actor que generó un importante aporte al Fisco, llegando a valores por sobre los habituales ingresos generados por Codelco. El resto de la minería es importante a nivel regional, pero en las grandes cuentas nacionales su aporte es menor. Es el caso del molibdeno, fierro, oro, plata, carbón, plomo, zinc, tierras raras y otras pastas de menor incidencia.

La producción chilena de cobre en 2022 fue equivalente a 5.3 millones de toneladas de cobre fino. Para el año 2023 se espera un aumento de 7,5% llevando la cifra final a 5,7 millones de toneladas de cobre fino, según estimaciones de Cochilco. Recientemente, el presidente ejecutivo de Codelco informó leves bajas de producción que podrían afectar la cifra final de su producción presupuestada. Estas disminuciones en nada empañan los grandes aportes de Codelco al Fisco, manteniéndose como el mejor negocio que posee el estado de Chile.

En relación al tipo de cambio, una buena noticia es esperar que la producción de las mineras se mantenga similar, al 2022. Una disminución de la producción minera se asocia a un dólar americano más caro, es decir, tipo de cambio elevado y esto a su vez repercute en la inflación y la tasa de interés. Una mayor producción o mayores ingresos de la minería generarán una baja en el tipo de cambio.

El valor del dólar en 2022 se apreció debido a la incertidumbre mundial por los conflictos en Europa. Para este 2023 se espera un leve retroceso de esta situación y que se mantenga en los rangos actuales con variaciones entre +1% y -2% hacia fines del año, impactando de esta manera, a los ingresos fiscales denominados en pesos.

El precio del cobre de largo plazo, desde hace un tiempo se viene proyectando hacia niveles cercanos a los US$ 10.000 por tonelada de cátodo. Los fundamentos son la demanda relacionada con la transición energética que continuará alimentando las expectativas de nuevos ciclos positivos para nuestra principal industria minera. La historia reciente nos muestra que estos niveles pocas veces se han dado y cuando han ocurrido, nos han sorprendido, como fue para el caso del superciclo. La tarea, entonces, es generar las condiciones para que el país aproveche esta esperada bonanza. La minería necesita prepararse con varios años de anticipación para entrar en producción.

El primer trimestre 2023 comenzó auspicioso, llegando sobre niveles de US$8.000 por tonelada de cátodo. La tendencia continua positiva y podríamos estar tranquilos pensando en niveles de precio, al menos similares a los de año 2022.

Los vaivenes del precio del cobre en el corto plazo, no deberían tener impacto significativo en los aportes de las mineras en el 2023

El Litio, es un actor que se abre un espacio, generando ingresos fiscales, a nivel de las grandes ligas. Las expectativas son, que se mantenga un nivel de precios importante pero inferior al del año 2022. Esto es una gran noticia para nuestra economía, que no podemos desaprovechar. Esperemos que la autoridad correspondiente tome conciencia de la oportunidad histórica que representa el mercado del Litio y genere las condiciones para su explotación y así atraiga nuevos ingresos para el Fisco, en el menor plazo posible. La autoridad requerirá expertos negociadores para definir y delimitar las condiciones de borde para una industria del Litio que beneficie al país y que permita la participación de los actores adecuados a este gran desafío. Condiciones para una explotación medioambientalmente adecuada, tributariamente equilibrada y generadora de los espacios de desarrollo tecnológico que acompañan a la industria de las baterías de litio. Todas estas son situaciones complejas para el Estado, al que no le resulta fácil negociar con privados.

Sin considerar acontecimientos disruptivos en la situación económica mundial, las condiciones de la industria se mantendrían dentro de sus cauces normales. La estabilidad de la industria minera es la gran noticia para el 2023. Una industria sólida, bien planificada, con demanda estable y producción dentro de los rangos presupuestados, es una base sólida para garantizar una economía sana del país. Pequeñas variaciones en la producción, demanda y las fluctuaciones habituales del precio del principal commodity que producimos, no nos echarán a perder la fiesta. Errores en la conducción de las políticas públicas relacionadas con el sector o rigidez en la posición de los inversionistas, podrían aguar la fiesta.

 

Revista G&M Gestión Minera N°106

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