Energía, Agua y Comunidades: LOS CAMINOS A UNA MINERÍA SUSTENTABLE

 

 

Si para usted no es un secreto la importancia que la minería tiene para el desarrollo y la economía de un país como el nuestro, tampoco debe serlo el daño inevitable que en ocasiones provocan sus operaciones.

Por esta razón, cada día es mayor el cuidado y enfoque que las compañías están teniendo a la hora de querer mitigar este daño, y la tecnología ha venido a ser un aliado al momento de tomar decisiones respecto a qué pasos seguir en este camino.

 

Mucho se habla de una minería sustentable, y no son pocos los encuentros que se han venido celebrando a nivel nacional e internacional para discutir estas materias.

Con el apoyo de expertos, y profesionales de las distintas áreas que comprende el trabajo de este rubro, poco a poco se ha ido puliendo un trabajo en ocasiones poco entendido por la población, pero muy necesario para el diario vivir de los habitantes de Chile y el mundo.

Decir que la minería es parte de nuestra vida no es un cliché, ya que está presente en cada uno de los aparatos electrónicos que utilizamos en forma continua, nuestros medios de transporte, en las calles que habitualmente recorremos y hoy, incluso, en nuestras prendas de vestir.

Minería y Energía

Uno de los puntos obligados a tratar al hablar de minería sustentable es la energía. Cada día son más las compañías que han adoptado ERNC para el correcto funcionamiento de sus operaciones, y para impactar de la menor forma posible el sector donde se desempeñan.

Al indagar en el tema, es posible llegar al llamado “Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética en Chile” un clúster de proyectos de la Cooperación Alemana, financiados por Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor (BMUV), el Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática (BMWK) e implementados por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en cooperación con el Ministerio de Energía de Chile.

Desde el 2014 el Programa 4e trabaja en Chile con el objetivo de aumentar la sustentabilidad del sector energético a través de asesorías técnicas para mejorar el marco regulatorio, fomento de nuevos negocios y financiamiento de proyectos, entre otros.

Para esto tiene como contraparte al Ministerio de Energía de Chile con quien actualmente impulsa iniciativas para el fomento de las energías renovables en empresas, desarrollo de hidrógeno verde, descarbonización de la matriz eléctrica, cogeneración y eficiencia energética, entre otros.

Son 15 empresas las que actualmente desarrollan estos indicadores de desempeño energético, dentro de las que se encuentran grandes compañías mineras como: Antofagasta Minerals, Anglo American Chile, CEMIN Holding Minero, Codelco, Compañía Minera Cerro Negro, Lundin Mining Distrito Minero Candelaria, ENAMI, KGHM Chile, Minera Cruz, Minera Rafaela, Minera San Pedro, Minera Tres Valles, PUCOBRE, SQM y Teck Resources Chile.

Luego de seis meses de trabajo, las empresas pertenecientes a la Red de Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones en la Minería, coordinada y apoyada técnicamente por GIZ, publicaron a comienzos de febrero del presente 2022 el reporte “Construcción de Indicadores de Desempeño Energético (IDE)” que recoge la experiencia de las 15 empresas que participan en este grupo.

Se analizaron los IDE que son empleados por la industria, con el fin de establecer nuevos indicadores que permitan una reportabilidad externa, ya que los actuales solo permiten desarrollar gestión energética en niveles muy generales, abarcando grandes procesos, e imposibilitando su uso para la generación de líneas base o mejoras operacionales.

En total el trabajo generó 27 indicadores, cada uno de ellos con variables que podrían condicionar su evolución en el tiempo, incluyendo consideraciones particulares. Estos IDE se generaron para minas de rajo abierto y subterránea, así como para plantas concentradoras, hidrometalúrgicas, fundiciones, plantas de tratamiento de sales y plantas desaladoras y de impulsión de agua. “Adicionalmente, el trabajo involucró levantar y proponer IDE de gestión interna, lo cual fue una labor colaborativa entre las compañías participantes en la red”, explica Javier Hueichapán, asesor técnico de GIZ.

Entre las conclusiones, el profesional destaca que con el objetivo de asegurar un correcto monitoreo de la gestión energética de los procesos, los IDE deben ser evaluados anualmente para asegurar su representatividad, ya que se pueden requerir ajustes en las variables que lo componen.

“Los IDE que se presentan en este documento,  permiten avanzar hacia un mejor conocimiento del ecosistema minero y el uso de la energía, ya que los indicadores fueron generados desde la experiencia en el uso y gestión de la energía de las propias compañías mineras”, apunta Hueichapán.

Minería y Agua

Es indiscutible el gran uso de agua que requiere el desarrollo del trabajo minero. Sin embargo, las compañías mineras han entendido el verdadero valor del agua y desde hace un tiempo considerable han comenzado a migrar  hacia alternativas cada vez más sustentables.

Chile tiene una de las economías más dinámicas de Latinoamérica, sumado a un crecimiento demográfico acelerado, lo que exige que las industrias deban implementar alternativas sostenibles para el uso y la obtención del agua para procesos industriales, no solo por generación de conciencia ecológica, sino porque las normativas de nuestro país así lo comienzan a exigir.

En este contexto se enmarca la Política Nacional Minera 2050, cuyos Objetivos Estratégicos Ambientales establecen la prioridad de que Chile lidere el modelo de economía circular a través de la reutilización de residuos y uso eficiente de recursos, además de cumplir, al 2040, con la meta de no superar el 5% de uso de agua continental de las aguas totales utilizadas.

Para dar respuesta a esta necesidad, las empresas especialistas en innovación e infraestructura sostenible se han puesto a la vanguardia para abordar con conciencia esta problemática que atañe a la sociedad en su conjunto y brindar soluciones que permitan cumplir con las metas a nivel nacional.

Alcanzar las metas que Chile está estableciendo para la industria minera resulta posible gracias a la respuesta positiva que va demostrando en cuanto al cambio de conciencia que se necesita, sumado al cumplimiento de normativas que exigen incrementar la productividad sustentable y la competitividad de la industria con el objetivo de disminuir el impacto ambiental.

Para la minería, el agua es un recurso estratégico ya que es esencial para el procesamiento de los minerales. Como contexto nacional, el consumo de agua por parte del sector minero alcanza el 3% según información entregada por la Dirección General de Aguas (DGA), no siendo el sector con mayor consumo, contrario a lo que se piensa popularmente, dejando dicho puesto para el sector agropecuario.

  • Aguas Antofagasta consolida disponibilidad de agua potable gracias a la mayor inversión en su historia

 

Uno de los ejemplos posibles de mencionar hacia este trabajo por una sustentabilidad minera en materia de agua, es la llevada por la Región de Antofagasta, la que se ha transformado en un ejemplo de sostenibilidad en la producción de agua potable en Chile, pues a pesar de estar en medio del desierto más seco del mundo y en medio de una sequía estructural que afecta a gran parte del centro norte del país, en la zona costera de la Región de Antofagasta no existe temor al racionamiento de agua para consumo humano. Por el contrario, cuentan con una certeza hídrica que instaló las miradas nacionales en la producción de agua potable en esta árida región.

Esta paradoja se da gracias a las inversiones que está desarrollando la empresa Aguas Antofagasta Grupo EPM, que consolida su experiencia de casi dos décadas en desalación de agua de mar para producir agua potable.

En efecto, la compañía está a punto de iniciar las obras de ampliación de la Planta Desaladora Norte (PDN) de Antofagasta, que actualmente produce poco más de 1000 litros por segundo de agua potable mediante la tecnología de desalación de agua de mar por Osmosis Inversa. Con esto cubre el 80% de la demanda de agua potable de la comuna de Antofagasta y el 100% de la comuna de Mejillones.

El inicio de ejecución de obras en la Planta Desaladora Norte de Antofagasta permitirá aumentar en un 53% la producción actual de agua potable de dicha instalación. Esto permitirá llegar al 100% de cobertura de requerimientos de agua potable vía desalación en la ciudad capital regional, cuya población sobrepasa los 360 mil habitantes.

De esta forma, Antofagasta se transformará en la primera ciudad de Latinoamérica con más de 200 mil habitantes en cubrir completamente su demanda de agua potable mediante desalinización de agua de mar.

Las nuevas obras tienen una serie de beneficios, como el asegurar el abastecimiento dentro del territorio operacional de la sanitaria, acompañar el crecimiento poblacional y productivo de la capital regional y además dar espacio para una mayor cobertura con servicios sanitarios, incluso en sectores donde la empresa no presta servicios aún, como los campamentos, proyectos costeros, sociales, entre otros.

 

Minería y Comunidades

 

Además de ser un motor de desarrollo económico para el país, la minería también es pieza clave en el desarrollo social del entorno donde operan. Gracias al diálogo continuo y a los acuerdos que se alcanzan, las compañías mineras están logrando dar respuestas a las principales necesidades de las comunidades.

Un ejemplo de relación virtuosa es la Planta Solar de la Comunidad Atacameña de Camar, infraestructura construida con el apoyo de SQM que permitirá a los habitantes de esta localidad tener energía eléctrica las 24 horas del día.

Servicios de sala cuna, asesoría y apadrinamiento a colegios, alumnos de liceos técnicos que pueden hacer su práctica en la compañía minera, prioridad de mano de obra local, financiamiento a actividades deportivas, entre otras. Son algunas de las acciones que las compañías mineras desarrollan en la localidad donde están desempeñando sus funciones, con la intención de ser un aporte para la comunidad.

En el 2020 La Cámara Minera de Chile realizó el VI Webinar Internacional: “Relacionamiento Comunitario, industria minera y Covid”.

En la ocasión, Sandra Riquelme, ex Gerente de Asuntos Comunitarios Y Sustentabilidad del Grupo Cap, se refirió a la forma y los cambios que se debían generar en la relación entre empresas y comunidades. En su presentación: «Del dicho al hecho: reflexiones para un relacionamiento comunitario inteligente”, planteó la idea del relacionamiento inteligente y la minería inteligente, que es la capacidad amplia y profunda para comprender el entorno y darle sentido a las cosas para saber lo que hay que hacer y avanzar desde una relación paternalista a una inteligente.

En el primer caso, que se daba en hile antes de la década de los 90,  no existía una crítica al comportamiento social y ambiental de las empresas y esto fue mutando en lo que ella denominó «olas de relacionamiento”, que ha producido fuertes cambios en este ámbito en los últimos año. Lo primero fue la integración de trabajadores contratistas, lo segundo fue la gestión comunitaria, donde se empezó a negociar con las comunidades, porque los problemas de relacionamiento con éstas y con el medio ambiente se hicieron notar. Después surgió el concepto de Valor Compartido, que acuñó el estratega empresarial Michael Porter, donde las compañías y las comunidades deben trabajar juntas  para hacer realidad los proyectos y que éstos devengan en beneficios mutuos.

Finalmente, se ha llegado a una ola de relacionamiento donde los Derechos Humanos se hacen valer, imponiendo al Estado la regulación de este relacionamiento para que los derechos de las comunidades, de los trabajadores y del medio ambiente, sean respetados y los daños que pudieran surgir, sean debidamente reparados.  «Las empresas ya no pueden mirar hacia adelante por sí solas. Deben  privilegiar a sus trabajadores, a las comunidades y al entorno, para poder desarrollar un proyecto. En el futuro no podrán existir empresas exitosas si existe un relacionamiento consciente, conectado, comprensivo inteligente y de verdad. Es fundamental dar un valor social”, advirtió la especialista.

En tanto, Ursula Weber, Gerente de Desarrollo Social y Comunidades, Cobre Chile en Anglo American, explicó que, en el contexto de la crisis provocada por el covid-19, el trabajo de relacionamiento comunitario y de desarrollo social tuvo que adaptarse a las nuevas tecnologías, buscando mantener los vínculos y apoyar a las comunidades en estos momentos complejos desde el punto de vista social y económico, para seguir desarrollando programas y proyectos que sean atingentes a la visión de desarrollo de cada territorio, sin dejar de lado las necesidades inmediatas.

 

  • Cambios en pandemia

 

Al ser consultado por los cambios que se han  generado en la forma de relacionarse entre las compañías mineras y las comunidades a raíz de la pandemia, el Director de la Cámara Minera de Chile, Jorge Castillo, dijo que “no sé si cambió, pero de todas maneras se ha intensificado el apoyo y preocupación para con las comunidades por parte de las compañías mineras. Eso se ha notado, colocando el foco en aspectos sanitarios y apoyos en esa índole”.

Castillo agregó que, esta pandemia debe ser el eje de cambio para el modelo de relacionamiento que aún contempla algunos aspectos asistenciales. “El legado de las compañías debe ir en la línea de crear valor en ellas y ojalá hacer de las comunidades empresas locales en manufactura y sobre todo en el ámbito de las ERNC, desarrollando de pleno proyectos fotovoltaicos y eólicos – si cabe”.

En tanto, Sandra Riquelme agregó “yo diría que en la ruta tenemos tres grandes ámbitos: En primer lugar, responder. Esto quiere decir, ver hoy cómo estamos afrontando en el día a día y en la cotidianidad de las acciones el relacionamiento con pandemia incluida. Lo que tiene que ver con que observamos un mayor control de terreno, revisión de turnos, etc. Respecto de los cambios que se han producido en el relacionamiento, creo que esta pandemia nos obligó a repensar y a cuestionar la cultura operativa de corto plazo, desde la que venimos transitando desde hace muchísimo rato”.

Agregó que, desde esa perspectiva, según lo que está sucediendo, deberíamos tener en consideración varios puntos. “Lo primero, tiene que ver con una nueva forma de afrontar el reclutamiento y selección de las personas en cada una de las compañías; un segundo cambio importante es que, hasta ahora generalmente en la minería veíamos la salud y la seguridad como un trabajo fundamentalmente para el contingente interno, tanto propio como contratista. Sin embargo, hay un cambio a partir de la pandemia que obliga como compañía a tener un foco de las comunidades que nos acogen.  El tercer punto, que me parece relevante, tiene que ver con la manera en que nos comunicamos y relacionamos con las comunidades. Vamos a necesitar una innovación en cómo estamos manteniendo nuestra presencia, y un cuarto punto que para mí es muy relevante, es que todo lo anterior requiere necesariamente un equipo profesional de relacionamiento comunitario”, precisó.

Finalmente, Úrsula Weber señaló que, dentro de los cambios está principalmente el uso de las herramientas de trabajo en línea, mayor comunicación telefónica y por redes sociales, junto con el desarrollo de más material audiovisual para compartir por WhatsApp y Facebook. “El desafío es poder aumentar la cobertura de estos contactos, para lograr una mayor representatividad de todos los actores y que los procesos de participación tengan legitimidad para todos”, señaló.

En tanto, cree que el  camino ideal para cumplir con los objetivos de ambas partes está en la colaboración y la transparencia. “Con estos valores es posible llegar a acuerdos y encontrar soluciones innovadoras para problemas comunes”, concluyó.

En resumen, los panelistas coincidieron en la importancia de dar valor social a las actividades que desarrolla una empresa, involucrando a las comunidades desde la etapa previa al inicio de un proyecto.

Para Manuel Viera, presidente de la Cámara Minera de Chile, “estamos frente a una economía del bien común, caracterizada por una fuerte relación entre los político, social y económico. Esto se funda en la dignidad humana y el respeto al planeta y sus comunidades, además de una urgencia por reducir la huella de carbono. Debemos aprender a convivir con esos valores, la base de una verdadera economía circular, concluyó el dirigente”.

 

 

 

Fuente: Aguas Antofagasta; Cámara Minera de Chile; Reporte Minero; Tour Innovación; 4echile.

Revista G&M Gestión Minera N°104

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: