Decir que la tecnología está al servicio del desarrollo humano no es un secreto para nadie. El saber cuándo y cómo adoptarla, y cuál puede significar una clave revolucionaria para nuestra industria, es crucial. El desarrollo tecnológico de la minería ha estado históricamente vinculado a crear equipos y procesos que le permitan no solo un avance de seguridad para quienes la desarrollan, sino que también para optimizar sus operaciones y, en las últimas décadas, incluso para mejorar el manejo ambiental de las mismas. La pandemia que atravesamos por el Covid-19 solo ha acelerado aún más este proceso, particularmente en el tema de la digitalización, y el trabajo a distancia que antes era impensado para una industria históricamente de terreno.
Es indiscutible que los equipos autónomos elevan la eficiencia de las operaciones, permitiendo una mayor producción en un tiempo menor. Pero, también reducen los riesgos de accidentes en quienes realizan las funciones, permitiendo, además, la reducción de costos asociados. Si a ello sumamos la digitalización, que incrementa la capacidad en el manejo, análisis e integración de gran cantidad de datos, entonces optimizaremos procesos y elevaremos la productividad general de las operaciones.
Tal como indican desde HLC, Ingeniería y Construcción: “Comúnmente asociamos nuevas tecnologías mineras a lo que se conoce como Minería 4.0. Que viene a ser la transformación de los procesos mineros mediante la aplicación de sistemas digitales tales como computadoras, sensores, equipos autónomos, entre otros, que utilizan el Internet de las Cosas (IoT), computación cognitiva y digital para operar.
Sin embargo, en minería subterránea también se vienen desarrollando camiones autónomos, que, a diferencia de los utilizados en minería superficial, no pueden utilizar GPS para su geolocalización. En estos casos, se debe implementar instrumentos que permitan identificar la ubicación de los equipos en subterráneo. Esta misma tecnología permitirá, por ejemplo, la incorporación de drones autónomos en el interior de la mina, que podrán realizar levantamientos topográficos de forma rápida, sobre todo en lugares donde el acceso al personal no sea seguro”.
Mejoras en los procesos que ha permitido el avance tecnológico
- Es ahora común encontrar equipos empernadores en minas subterráneas. La labor que antes se debía realizar manualmente por personal en zonas no aseguradas, ahora se realiza con equipos que permiten mantener al personal a distancia mientras se colocan pernos de anclaje
- La mejora en la tecnología de baterías está permitiendo su utilización en equipos de carguío subterránea, mejorando la calidad de aire en las labores.
- Nuevas aleaciones de metales permiten mejorar el rendimiento de aceros de perforación y forros de molinos
4.- El uso de tecnología de punta que permite mayores volúmenes de producción. (Australia ya tiene una mina de hierro totalmente autónoma y otros países mineros como Canadá y Chile ya están en camino. Y el Perú no podrá quedarse atrás, la digitalización dará un salto cualitativo de tal importancia que ha tomado una gran prioridad para las empresas mineras).
La pandemia forzó el trabajo a distancia y aceleró inversiones adicionales en los procesos de digitalización, pero abrió también las puertas a nuevos conceptos de eficiencia en la organización del trabajo y reforzó la tendencia hacia el uso de procesos autónomos.
Las energías renovables, la electromovilidad, la economía circular, la remediación sostenible, junto con la organización de “clusters” y encadenamientos productivos, requieren el desarrollo de innovaciones conceptuales y tecnológicas en respuesta a las crecientes demandas sociales y territoriales, conduciendo, además, a la diversificación económica que amplía la base productiva y mejora los índices de desarrollo humano de la población.
La combinación de varias tecnologías está permitiendo la implementación del Ore Sorting en minería, una tecnología que se emplea desde hace años en agricultura para separar estos productos en calidades seleccionadas. Para minería, se combinan la computación con tecnologías de rayos x o cámaras de alta resolución para identificar características del mineral o desmonte para separarlos antes de ingresar a la planta concentradora; cada partícula es identificada y seleccionada de manera que el equipo la rechaza o le da paso mediante salidas de aire de alta presión, colocadas al final de fajas transportadoras.
Analítica avanzada y uso de IA destacan como los principales desafíos de la minería latinoamericana
La minería es una industria muy relevante para nuestro país, por eso la importancia de las herramientas digitales para fortalecer y desarrollar sus operaciones. Uno de los principales desafíos a tener en cuenta es la analítica avanzada para la toma de decisiones inteligentes, basada en una infraestructura informática en la optimización de los procesos, colaboración y centralización de datos.
De acuerdo con las predicciones realizadas por IDC para 2023, un ecosistema de nube que extienda el control de recursos y análisis en tiempo real será la plataforma fundamental de todas las iniciativas de automatización de negocio y TI en América Latina.
“En la era actual, se hace imprescindible que este sector enfoque la innovación dentro de sus estrategias empresariales como un norte esencial para su transformación”, aseguró Francisco Merino, Engineer Manager SOLA- Dynatrace, en el marco del webinar “La minería, los recursos naturales y la transformación digital: Tendencias y desafíos para Latinoamérica”.
Para Natalia Vega, Country Manager de IDC Chile y Perú, las operaciones ágiles en este rubro son el resultado “de la convergencia de adquisición de datos, análisis y control automatizado para mejorar la integración de flexibilidad en la cadena de valor”. En ese sentido, un punto muy relevante será el procesamiento inteligente, que busca mejorar la eficiencia de los procesos mediante la digitalización y entrega de parámetros para su análisis.
“Más del 50% de los costos de operación de la industria minera corresponde a la compra de bienes y servicios, lo que deriva en una presión financiera para lograr niveles de eficiencia cada vez mayores”, explicó.
Para 2024, se espera que el 50% de las compañías cree equipos de ingeniería digital dentro de las operaciones, generando un mayor impacto a través de la gobernanza de datos, el autoservicio y los enfoques de innovación de código bajo/sin código.
Asimismo, llegando al 2025, tres de las cinco principales empresas latinoamericanas estarán operando o diseñando minas utilizando IA, brindando una mejora del 20% en las tasas de desmonte a través de perfiles más peligrosos, pero rentables.
“Muchos clientes del rubro de la minería están en este viaje de lograr la digitalización mediante diferentes procesos. Dynatrace es una plataforma que está diseñada para diversos ecosistemas empresariales y, en este caso, contempla arquitectura en las nubes públicas para que hagan uso de esta única plataforma de software inteligente, que va más allá de una solución tradicional de monitoreo”, puntualizó Francisco Merino.
Expertos en innovación y ciencias debaten sobre desafíos de la Inteligencia Artificial en minería
Álvaro Díaz, CEO de Indimin y experto en desarrollo servicios digitales, cuenta que “Junto a varias faenas mineras, hemos analizado su cadena de valor minera identificando los desafíos clave de excelencia operacional y productividad, siempre bajo el sello de que las personas son el motor de cambio”, detallando los elementos que se han tenido en cuenta al desarrollar y aplicar su tecnología Smart Mining Coach, entre ellos: saber cómo administrar la data; utilizar las herramientas de la tecnología en pos de la seguridad; motivar a los usuarios a hacerse parte de un proceso, cuando en general éstos caminos no tienen mucha adherencia; buscar el mejor rendimiento para un desafío particular; y diseñar una interfaz potente y amigable que motive nuevas conductas productivas y sostenibles donde cada decisión cuenta.
Por su parte, Lina Pérez, CTO de Indimin, ingeniera en Sistemas y experta en inteligencia artificial, profundizó en los casos de éxito de Smart Mining Coach apuntando que “buenos datos van a generar buenos modelos analíticos. Un análisis, una limpieza, recopilar todos los datos que hay es sumamente importante para generar una buena predicción (…) Esto no se trata de generar modelos de inteligencia artificial, se trata de cómo habilitas la inteligencia y la tecnología para que alguien la use y tenga impacto en su trabajo y en sus decisiones motivando la toma decisiones e incorporando a las personas al proceso”.
¿Existe colaboración activa de la industria minera en el contexto digital?
“Es cada vez más difícil colaborar, porque cada vez se especializa más a los distintos profesionales y cada vez los indicadores que miden lo que hago, son algo más específicos y, con frecuencia, lo que hago, si lo hago demasiado bien, terminará perjudicando a alguien aguas arriba o aguas abajo. Entonces se da que hacer todo bien no es lo mismo que hacer bien el todo”, concluyó Marcos Singer, Director MBA y Máster Innovación PUC Chile y PhD en Investigación Operativa Columbia, EEUU, agregando que “el camino es hacer la cultura minera más permeable al mundo que está ocurriendo afuera de la minería”.
Víctor Tenorio PhD, Director del Department of Mining and Geological Engineering del Mine Intelligence Research Group (MIRG) de la Universidad de Arizona, explica que “el proceso de incorporar las tecnologías a las empresas es uno en el que hay que hilar fino. Se debe ser selectivo con las compañías con las que asociarse y tener claros los objetivos. Es importante, primero, la aceptación de las tecnologías, luego, visualizar los potenciales beneficios e ir ganando lugar en el proceso productivo para que pueda visualizarse el beneficio que nos están trayendo estás tecnologías (…) La transformación digital es necesaria en la minería, sin embargo, dada su estructura tienden a no considerarla o a no hacerla prioritaria. Y ese es un gran problema para la incorporación de las nuevas tecnologías”.
Finalmente, Adolfo Pillihuaman, Doctor en Ciencias e Ingeniería de Metalurgia y Materiales de la Universidad de Sao Paulo, enfatiza en que “la implementación de nuevas tecnologías es un gran desafío, pues mucho va a depender de las personas, quienes están acostumbradas a trabajar de una manera y se les sugiere cambiar esa manera en pos de la productividad. Hay que trabajar en ofrecer estos servicios con la idea de que no solo es beneficioso en la producción del trabajo, sino a nivel personal”.
Fuente: Dynatrace; INDIMIN; HLC, Ingeniería y Construcción